Como cada siete años la imagen de la Virgen del Rocío fue trasladada a hombros de los devotos hasta el pueblo de Almonte, donde recibirá culto hasta que regrese de nuevo en 2013 a su ermita unos días antes de la tradicional romería anual de Pentecostés.
Para estos traslados al pueblo, que los almonteños llaman «venida de la Virgen», la imagen deja su atuendo de reina y el palio de plata y va vestida de pastora, sin corona y cubierta por una pamela con flores.
La tradición dicta que son únicamente los hombres almonteños los que gozan del privilegio de meterse debajo de las andas, y son miles de ellos los que intentan arrimar el hombro a sus andas aunque sólo sea por unos segundos.
Antes de abandonar las calles de arena de El Rocío y con los últimos rayos de sol, el rostro de la Virgen, de autor desconocido, es cubierto con un pañuelo y toda la imagen es protegida con un capote durante los quince kilómetros de caminos que separan la aldea de la parroquia de la Asunción de Almonte. Hasta el alba del día siguiente cuando vuelve a descubrirse.
Y un poco de historia…
El Rocío y Almonte celebran además desde el 15 de agosto el Año Jubilar hasta el 7 de septiembre de 2013. Será también el año que viene cuando se cumplan dos siglos desde que los almonteños resistieran ante las tropas francesas y decidieran celebrar cada 18 y 19 de agosto el conocido como Rocío Chico.
No es hasta 1949 cuando se decide llevar cada siete años la imagen de la patrona al pueblo cada siete años, aunque hay documentos que acreditan esos traslados desde 1607 coincidiendo con brotes de enfermedades, sequías o en acción de gracias La próxima vez por tanto que la Virgen del Rocío llegue vestida de pastora a Almonte no será hasta 2013.
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