Llegó a Ronda un 12 de septiembre y estuvo dos días cuidada por las hermanas esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Antes de su bendición dos días después, vio cómo sus padrinos se estremecían delante de ella, cómo quedaban petrificados los que se postraban ante ella, incluso cómo la confundían con una mujer real… Pero es que María Santísima de Caridad y Esperanza lo es, es una mujer real, una madre que transmite ternura, cariño, amor, caridad, esperanza…
El viernes 14 de septiembre María Santísima de Caridad y Esperanza, obra de la imaginera gaditana Ana Rey, fue presentada al pueblo de Ronda y bendecida por el Reverendo Padre Don Salvador Guerrero Cuevas en el Santuario de la Virgen de la Paz. La iglesia estaba abarrotada de gente de las hermandades de Ronda, hermanos de la comisión encargada de sufragar los gastos de su Santa Madre, hermanos de la asociación y muchísimos rondeños que quisieron acompañarnos en este día tan especial. Sólo se veían bocas abiertas, ojos llorosos, manos temblorosas y pocas palabras… Guapa… Preciosa… Felicidades… Enhorabuena… Maravillosa… Y un sinfín de apelativos cariñosos que no logro recordar. Tras la bendición, nos dirigimos al restaurante Luciano, donde tuvimos un rato de convivencia entre los hermanos de la asociación, familiares, imaginera, vestidor, hermanos de otras hermandades rondeñas, etc.
Os dejamos estas imágenes del importante día que vivió la Asociación Parroquial de la Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado y María Santísima de Caridad y Esperanza.
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| Momento de la bendición |
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| Mª Stma de Caridad y Esperanza |
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| La Flor de la Esperanza |
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| Junta de Gobierno Con imaginera y vestidor |
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| Presidente con las hermanas de las Esclabas y Parroco de Santa Cecilia |
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Entrga de Recuerdo a la imaginera Ana Rey y vestidor David Calleja
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El viernes 14 de septiembre María Santísima de Caridad y Esperanza, obra de la imaginera gaditana Ana Rey, fue presentada al pueblo de Ronda y bendecida por el Reverendo Padre Don Salvador Guerrero Cuevas en el Santuario de la Virgen de la Paz. La iglesia estaba abarrotada de gente de las hermandades de Ronda, hermanos de la comisión encargada de sufragar los gastos de su Santa Madre, hermanos de la asociación y muchísimos rondeños que quisieron acompañarnos en este día tan especial. Sólo se veían bocas abiertas, ojos llorosos, manos temblorosas y pocas palabras… Guapa… Preciosa… Felicidades… Enhorabuena… Maravillosa… Y un sinfín de apelativos cariñosos que no logro recordar. Tras la bendición, nos dirigimos al restaurante Luciano, donde tuvimos un rato de convivencia entre los hermanos de la asociación, familiares, imaginera, vestidor, hermanos de otras hermandades rondeñas, etc.
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